05 noviembre 2008

OBAMA Y EL PODER REAL.

Me he desayunando con la victoria de Obama y he visto un trozo de su primer discurso como ganador de las elecciones. Me ha parecido que la euforia que había venido derrochando hasta ahora ha dejado paso a la gravedad de quien ha empezado a encajar lo que se le viene encima.
 
Un presidente electo en USA o en cualquier otra parte, lo quiera él o nó, es tan solo un recien llegado con fecha de caducidad frente a una estructura, que en este caso, lleva en funcionamiento desde 1787 ; y en doscientos años, en una interminable carrera de relevos, ha dado tiempo suficiente como para que el mecanismo "de hacer democracia" haya perfeccionado sus automatismos hasta el punto de no necesitar prácticamente la intervención humana si nó es como periféricos. El presidente por tanto es tan solo la cabeza con que la Mega-máquina se adorna para darse una apariencia familiar delante de quienes habitualmente usa para sus fines.A estas horas, Obama ya habrá empezado a ser instruido e iniciado en los misterios de la Mega-máquina por los servidores del engendro, los sumos sacerdotes del culto al capitalismo... y de aquí a un tiempo podremos ver los efectos en el progresivo  blanqueo de las sienes presidenciales. Acatar o no acatar los terribles misterios iniciáticos de la Mega-máquina conlleva un alto precio para los mortales: a quien llega ante ella con buen corazón se le arranca, a quien llega con ideas nuevas se le obstruye y anula, a quien se resiste se le elimina.

Si uno sale indemne es porque ha aceptado el pacto de silencio que impone la Mega-máquina a sus servidores.

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