17 septiembre 2008

IGUALDAD (¿O... igual dá.?)


Aviso: hoy me apetece hacer amigos y para ello voy a abordar levemente el tema de las desigualdades sociales, algo que a cualquiera que preguntes por la calle le parecerá muy mal, siempre y cuando preguntes a gente normal que vamos a suponer es la mayoría. 

Conectamos con el mercado de La Cebada en Madrid:

-Bueeeeeeeeenas tardes señora... ¿a usté que le parecen las desigualdades sociales...?
-¡Mu mal oiga, mu mal...!

Efectivamente amiguitos, cualquiera con algo mas de sensibilidad que un ladrillo es capaz de compadecerse de quienes no alcanzando el nivel de confort que la mayoría disfruta las pasan putas para salir adelante y de ahí a concluir que eso no es justo -viviendo como vivimos en una sociedad rica- solo media un suspiro de resignación.

¿Que es la desigualdad...? Se preguntará quien no la sufra: desigualdad afortunados amigos es lo contrario de la igualdad así como injusticia es el antónimo de justicia. (Para los de la Logse un antónimo es una palabra que expresa una idea contraria...)

Quizá esta acertadisima pero perogrullesca definición no aclare mucho las cosas asi que, para ilustrar el tema pondré dos casos de desigualdad excepcional que atañen a personas que son todavía menos iguales que nosotros los españoles; de la pobre gente ahogada dentro de una patera o de esos niños de vientre hinchado por el hambre podemos decir que ni de coña están a la altura de la teórica igualdad que disfrutamos los españoles, en cambio la tremenda desigualdad que sufren es sin lugar a dudas además una injusticia. 

Pero sin acudir a esos desagradables extremos que nuestra cómoda sensibilidad a lo mejor no entiende bien, aquí en casa, podemos comprobar que a otro nivel también existe la desigualdad. Si con respecto a los extranjeros del ejemplo los españoles somos bastante iguales entre nosotros, mirando más de cerca hay que conceder que tampoco lo somos tanto... incluso a tenor de algunos ejemplos que pondré a continuación tendremos la ocasión de sentirnos totalmente extranjeros con respecto a algunos de nuestros compatriotas. 

Vamos a enumerar desigualdades patrias que todo el mundo es capaz de entender: 

-Mi vecino conduce un Audi con todos los extras y yo: a.) tengo una bici de segunda mano. b.) voy a pié.
-Mi vecino vive en un chalet de la hostia con piscina y yo: a.) apenas puedo pagar el alquiler de la buhardilla b.) soy un okupa sin ocupación forzosa. c.) vivo en la calle.
-Mi vecino se viste de Lacoste y yo de Mercadillo.
-Mi vecino encarga la compra en el Hipercor y yo voy a por ella al Día.
-Mi vecino se vá de vacaciones a un hotel de lujo en las Islas Seysleches y yo de camping a Ruesta, Huesca, Spain.
-Los hijos de mi vecino se educan en el Liceo Francés y los míos: a.) en la escuela pública b.) en la puta calle.
-Mi vecino se pone hasta las cejas de coca y yo... yo de cerveza.
-Mi vecino tiene una mujer del copón y yo... (Hmmmmmmmm... este ejemplo no vale.)
-El rey, que nunca ha trabajado, es la segunda fortuna de las testas coronadas de Europa, y yo me mato en el andamio para que a mi viuda le regateen una pensión que no le llega a fin de mes.
-Los futbolistas ganan sueldos pornográficos y los chicos del barrio no tienen donde darle patadas al balón.
-Los altos ejecutivos blindan sus contratos por tocarse los cojones y yo no tengo mas cojones que firmar los míos por horas.
-Los alcaldes se suben los sueldos cuando les sale de los huevos y a mi me regatean el precio de la hora extra.
-Etc...

Lo dejo aquí con la certeza de que se me olvidan desigualdades mucho peores. 

¿Que todo lo anterior no es sino envidia...? Puede ser pero esta fea debilidad humana en este caso está patrocinada por la desigualdad. Sobre todo si la desigualdad es económica, porque siendo yo alto, rubio, con ojos azules y con una p... (perdón) esto que... no le envidio nada más a Botin.

¿Que qué tienen esas personas más que otros para disfrutar de una situación mejor que la mía...? A parte de dinero, absolutamente nada. Nacieron desnudos como yo, comen, cagan y mean como todo hijo de vecino y lo que es peor tarde o temprano van a morir sin poderse llevar a la tumba lo que ahora ordeñan y escatiman a los demás.

Desigualdad ya sabemos lo que es pero y... ¿que es la Igualdad...?

Bendecida por la Revolución Francesa parece que la Igualdad debe ser lo adecuado entre los miembros de nuestra especie y aunque está por ver el éxito en su aplicación incluso nuestra bonita Constitución recoge la teórica igualdad de todos los españoles ante la Ley.


Igualdad sería que un ingeniero, un catedrático, un piloto o un juez -por muchos méritos que acumulen- no ganase más que un barredero, un pescadero o un fontanero porque si bien gracias al ingeniero no se nos caen las estructuras, gracias al barrendero no nos come la mierda y puesto que en teoría no vivimos dentro de un sistema de castas, no existen en teoría tampoco unos trabajos más dignos que otros. 


Igualdad es que tus delegados no actúen sino de acuerdo a las decisiones que previamente han acordado contigo.


Igualdad en definitiva es que nadie esté ni por encima de nadie ni por debajo. Es de justicia pues que todos tengan los mismos derechos y los mismos deberes aunque cumplan funciones distintas. 


Así pues Igualdad es la ausencia de privilegios; todos somos necesarios y nadie es imprescindible al punto de tener que colocarle por encima del resto de cabezas.


Según los protocolos de actuación de Perogrullo, parece entonces que con objeto de hacer justicia acabando con la desigualdad lo lógico sería poner en practica la igualdad. ¿Fácil nó...? 

Pues nó porque a mi vecino -ese pequeño porcentaje imposible de entrevistar en los mercados- le interesa mantener la desigualdad; le gusta sentirse diferente, imprescincible, mandar sobre otros, ganar mas que otros y tener mas que nadie. Mi vecino perpetúa la desigualdad porque sin ella mi no tendría elementos de contraste para disfrutar de manera egoista de sus privilegios sintiendose por encima de los demás.


Para los de la Logse  aclararé que ser igual a los demás no significa ser un clón en un mundo de idems. La igualdad absoluta es algo que ni es posible ni le conviene a la diversidad que representamos como especie pero eso no quiere decir que debamos renunciar a eliminar significativamente las tremendas e injustas desigualdades que perpetramos a la hora de repartir la riqueza que producimos. 


Digamos que de mas-menos 10 que tenemos de fluctuación actual en el gráfico de la desigualdad lo optimo sería reducirla a mas-menos 1.


Como habeis visto amiguitos, la igualdad recuerda tan sospechosamente al comunismo libertario que justo por eso nunca será popular. (Buen chiste, hein...?)


LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD.

2 comentarios:

Amputaciones dijo...

Llegó hasta aquí arrastrado por Albert Libertad y me encuentro con un blog magnífico y con un magnífico texto. Claro y contundente, como ha de ser.

En fin que feliz hallazgo y que me pasaré a menudo por aquí.

Por cierto que andamos preparando una selección de textos de Albert Libertad para la editorial riojana Pepitas de Calabaza. Imagino que saldrá -si sale- a finales de este año o comienzos del que viene...

Salud,
Diego.

Germinal Pignac dijo...

Gracias por la visita. Se hace lo que se puede por mantener ondeando el trapo negro.

Si necesitais una mano para publicitar el libro no dudeis en contar con La Ley del Silencio.

Salud.