02 marzo 2008

LOS CREADORES DE RIQUEZA

La clase empresarial alemana tiembla.
¿Temblará la española...?
Alemania, para los europeos -y también mucho para los españoles- siempre ha sido un referente en cuanto a orden, calidad, honestidad y capacidad de trabajo. Vamos a ver en el futuro si sigue siendo un referente también en cuanto a la investigación de empresarios corruptos.

La culpa la tiene un
DVD que los espías alemanes, con permiso de su gobierno, compraron por 4,2 millones de euros. Tal dvd contiene datos sobre cerca de 1000 empresarios cuyo deporte favorito es enviar de vacaciones ingentes cantidades de dinero al paraiso fiscal de Liechtenstein, porque lo que tiene que seguir trabajando -natürlich- es el dinero ajeno para que pueda seguir pagandole el ocio al propio.

Y la cosa no sería tan seria -estos importantes señores siempre han robado legalmente- si mientras los beneficios de las empresas de estos "creadores de auto-riqueza" aumentaban, su discurso no fuera del tipo: el pueblo debe hacer un esfuerzo por el bien del país.

-¡Mirusté soberano
pueblo alemán, la cosa está mú mal, -lease: no alcanzamos el nivel de latrocinio del año pasado- aprietese el cinturón que le vamos a congelar el salario y recortar los gastos sociales.! Deutchland, Deutchland über alles, etc...!

Pues bien, cambiesé lo marcado en rojo anteriormente por su correspondiente en la latitud que se desee y tendremos el mismo esquema hablando- a pesar de las distancias- el mismo lenguaje: un hombre de negocios "creador de riqueza nacional", gente de orden, gente de "bien" a quien no se le puede afear su conducta sin que te eche encima al fascimo acusandote a tí de sus pecados.


En España tenemos una larga tradición fascista de más de 40 años y no creo que se nos pegue nada de los alemanes excepto más fascismo, que todo se pega menos lo bonito.

Desde luego que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, nos explotaron y nos siguen explotando y a pesar de todo les dejamos que lo hagan organizadamente... como si tal cosa.

Hay que cambiarle el nombre a las cosas ahora deberemos hablar de
la explotación del tonto por el listo, si nó no se entiende.

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