Amigas y amigos de la Ley del Silencio, creo que me voy a dar de baja por depresión. Los españoles no solo somos culpables de tener los políticos que merecemos sino que encima tenemos a gala el elegirlos nosotros mismos mediante el ingenioso método de sopesar su mediocridad en programas de tv que pretenden darnos la quintaesencia de la democracia at home sweet home.
Lo del otro día -el "debate" entre San Pepe Luis ZP y Sor Mariano Rajoy- fué de tierra trágame. Si ya de por sí ambos me dán vegüenza ajena, el encuentro en la cumbre de esos dos casi acaba conmigo.
Y es que este par de inútiles tenían pactado hasta los grados centígrados del aire acondicionado. Las preguntas se las hacían ellos mismos y ellos mismos se las respondian y los periodistas especializados que podrían haberles cuestionado como se merecen brillaban por su ausencia intencionadamente.
Por lo tanto, lo que vendieron como de debate de ideas: nada de nada. No fué sino una tomadura de pelo más al votante, pura propaganda a machamartillo, extensión de la campaña electoral con que nos castigarán hasta el 9M.
Campeón y aspirante al título de Presidente de las Españas, leyeron la lista de sus axiomas inmutables en público, mintieron como concejales sobre cifras y datos y se inventaron "información de utilidad para los españoles" según les salía de los cojones con el único afán de epatar a quienes no tienen interés en cotejar datos y fechas.
En fín, lo más reseñable de la noche sin duda fué la apoteósica puntilla que nos dió el inefable Mariano al preguntarle a Pepe Luis que que era un Bonobus (para los amigos de allende las fronteras nacionales: billete, boleto, ticket de autobus para varios viajes.)
Sin contar con su intento final de darnos una pena horrible utilizando la "popular" imagen de una niñita... lo que en su boca adquiría la personalidad de la nena de El Exorcista.
Despues de tan bochornoso espectaculo, portavoces de ambos bandos corrieron a adjudicarse la "aplastante victoria" de semejante engendro televisivo con declaraciones públicas tanto o más estúpidas que lo que acababamos de presenciar por la caja tonta.
Más o menos -como en el orwelliano 1984- vinieron a decirnos que no habíamos visto una mierda de colosales dimensiones sino un raro ejercicio de virtuosismo democrático del que apenas eramos conscientes merecedores dada nuestra poca formación política.
Lo cojonudo es que al día siguiente la prensa "seria" nos ha ofrecido sesudas "interpretaciones" de las "actuaciones" de ambos "lideres" en clave de predicción anticipatoria de los resultados del 9M... todo ello adjudicandoles gratuitamente una inteligencia del todo ausente hasta el momento.
Digan lo que digan, el ejercicio del voto en estas circunstancias se convierte en un dilema terrible. ¿A quien votar como representante de los intereses de los españoles para los próximos cuatro años... al idiota o al imbécil.? Si votas al imbécil eres idiota y si votas al idiota haces el imbécil.
Es difícil actuar con inteligencia en estas circunstancias sin que idiotas e imbéciles te tomen por estúpido.
Lo del otro día -el "debate" entre San Pepe Luis ZP y Sor Mariano Rajoy- fué de tierra trágame. Si ya de por sí ambos me dán vegüenza ajena, el encuentro en la cumbre de esos dos casi acaba conmigo.
Y es que este par de inútiles tenían pactado hasta los grados centígrados del aire acondicionado. Las preguntas se las hacían ellos mismos y ellos mismos se las respondian y los periodistas especializados que podrían haberles cuestionado como se merecen brillaban por su ausencia intencionadamente.
Por lo tanto, lo que vendieron como de debate de ideas: nada de nada. No fué sino una tomadura de pelo más al votante, pura propaganda a machamartillo, extensión de la campaña electoral con que nos castigarán hasta el 9M.
Campeón y aspirante al título de Presidente de las Españas, leyeron la lista de sus axiomas inmutables en público, mintieron como concejales sobre cifras y datos y se inventaron "información de utilidad para los españoles" según les salía de los cojones con el único afán de epatar a quienes no tienen interés en cotejar datos y fechas.
En fín, lo más reseñable de la noche sin duda fué la apoteósica puntilla que nos dió el inefable Mariano al preguntarle a Pepe Luis que que era un Bonobus (para los amigos de allende las fronteras nacionales: billete, boleto, ticket de autobus para varios viajes.)
Sin contar con su intento final de darnos una pena horrible utilizando la "popular" imagen de una niñita... lo que en su boca adquiría la personalidad de la nena de El Exorcista.
Despues de tan bochornoso espectaculo, portavoces de ambos bandos corrieron a adjudicarse la "aplastante victoria" de semejante engendro televisivo con declaraciones públicas tanto o más estúpidas que lo que acababamos de presenciar por la caja tonta.
Más o menos -como en el orwelliano 1984- vinieron a decirnos que no habíamos visto una mierda de colosales dimensiones sino un raro ejercicio de virtuosismo democrático del que apenas eramos conscientes merecedores dada nuestra poca formación política.
Lo cojonudo es que al día siguiente la prensa "seria" nos ha ofrecido sesudas "interpretaciones" de las "actuaciones" de ambos "lideres" en clave de predicción anticipatoria de los resultados del 9M... todo ello adjudicandoles gratuitamente una inteligencia del todo ausente hasta el momento.
Digan lo que digan, el ejercicio del voto en estas circunstancias se convierte en un dilema terrible. ¿A quien votar como representante de los intereses de los españoles para los próximos cuatro años... al idiota o al imbécil.? Si votas al imbécil eres idiota y si votas al idiota haces el imbécil.
Es difícil actuar con inteligencia en estas circunstancias sin que idiotas e imbéciles te tomen por estúpido.
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