COSMÉTICA HISTÓRICA...

La derecha cavernaria ataca...

Y ataca con el regusto en la boca a las mieles todavía recientes de cuarenta años ejerciendo de vencedores. Así no es extraño encontrarnos por todas partes esa terminología y malaostia propia del franquismo para definir, calificar o descalificar cualquier cosa que venga del enemigo.

El fascismo, de cualquier signo, para imponerse siempre ha necesitado de un enemigo previamente deformado hasta la criminalización. Si además de proteger el monopolio de sus intereses económicos, la prosaica cruzada se viste con las sedas de la fé, la moral y todas esa zarandajas que habitualemente ellos se pasan por el forro de los cojones, con ello, las víctorias se tornarán despues especialmente gloriosas, benditas de dioses y curas y prestas a ser cantadas por los poetas afectos.

Así, a este enemigo necesario, en un ejercicio de estupidez supina para bobos, le cuelgan el sambenito criminalizante y exagerado de "laico beligerante". Y andan diciendo a quien quiera oir sus gilipolleces que la asignatura de educación para la ciudadanía es adoctrinamiento "socialista".

Antes decían que si las hordas de los sindiós; argucia burda e infantil pero que tiene un público fiel de lameculos convencidos prestos a aplaudir.

Fascistas lo que son fascistas realmente son cuatro, el resto solo son los también necesarios tontos útiles.

La derecha española se define, a sí mesma sin enrojecer, como DEMÓCRATA de la ostia ante una opinión pública que asiste al espectáculo de ver tales afirmaciones en boca de gente que ni siquiera usa ya un pellejo de oveja para encubrir la garra fascista.

Saben que ha pasado tiempo suficiente y ante la ausencia de represión en su contra se han hecho fuertes y estan reclamando lo que siempre ha sido suyo por derecho divino, es decir todo.

La derecha española y sus editoriales, maquillan a placer la historia reciente usando técnicas marxistas que convierten best-sellers en segundas biblias. Pio Moa y Cesar Vidal han creado una legión de conversos a una nueva moral fascista que les legitima en sus atropellos pasados y tal vez en los futuros.

Uno no puede dejar de preguntarse por el sorpresivo vuelco ideológico de algunos de estos nuevos escribas, neo-profetas de las consabidas tablas de ley de la derecha.


Es ejemplar la increíble biografía de don Pio Moa que pasa de ser un terrorista antifascista del GRAPO que mata un policia de un martillazo en la cabeza a convertirse en un historiador revisionista -no profesor- de la guerra civil. Ante tal maniobra de recuperación orwelliana por parte de la derecha uno no puede dejar de acordarse de los minoritarios y tan diferentes Ian Gibson y Francisco Espinosa.

Parece que el catolicismo del señor Oriol le ha perdonado a tal punto el secuestro a Moa que ahora hasta le edita los libros.

Bien por 1984 de Orwell; un enemigo muerto no sirve para nada, es mejor que trabaje para la causa.

Don Pio, entre otras revelaciones, nos confirma por fín que efectivamente, la guerra civil fué provocada por los rojos malos que obligaron a Franco a salvar la patria muy a su pesar y al de los que luego saquearon y se dieron al pillaje -entre otros- de los bienes de la CNT que ahora tanto les cuesta a los "socialistas" indemnizar.

La derecha española se ha clonado a sí misma, se ha auto convencido de sus propias mentiras y por todas partes se oye el mismo discurso con la certeza de que una mentira suficientemente repetida acaba por ser verdad.

Y con algunos lo consiguen. Como vá a ser posible que don Manuel Fraga inventara sus propios GAL y esté involucrado en las muertes de Montejurra, etc...

Así, tapan porque nunca existieron, los provocadores de la patronal, la colaboración de la iglesia con el fascismo, los pistoleros falangistas, las matanzas ejemplarizantes, las fosas comunes, los campos de concentración y la feroz represión posterior de los vencidos porque solo existe la maldad intrinseca de los rojos y la matanza de Paracuellos que lo demuestra.

La derecha cavernaria ataca sabiendose en una gloriosa España dormida por el consumismo y la telebasura, lenta de reflejos, inculta con avaricia y manipulable y que sigue sin tomar la precaución de protegerse -aunque solo sea culturalmente- porque quienes la dirigen nunca se han distinguido por sus luces ni por su cultura y los gobernados pasan de todo.

Así, Zapatero, un presidente y pretendido socialista de confesión católica, se dá al perdón de los pecados mientras los creyentes de derechas, mucho más prácticos y con más intereses que proteger, se dedican a abofetearle ambas mejillas sin esperar a que sea él quien las ofrezca.

A este hombre habría que irlo subirlo a los altares... tiene alma de mártir y sus correligionarios lo van a machacar de un momento al otro.

Pensando mal casi parece que este socialismo burgués que padecemos en España, esté al servicio de la derecha para servirle en bandeja una transición a la inversa: España, una, grande, libre y reserva espiritual de los caciques de occidente.

Así, esta España hoy por hoy "aconfesional" continua pagandole tributo al césar del Vaticano sin posibilidad de objeción por parte del pagano contribuyente. Y con las mismas continua también dejando entrar en las escuelas todo tipo de credos y creencias -viveros de ignorancia- en vez de luz y conocimiento. Ya solo nos faltan por admitir a las iglesias satánicas para no provocar agravios comparativos.

Con un poco más de insistencia por parte de la derecha, volveremos a reponer en las calles el yugo y las flechas, las avenidas de José Antonio, las plazas del Generealisimo, los monumentos a los caidos por la patria, los crucifijos y rezos obligatorios en la escuela pública y quien sabe si los juicios sin garantias y el garrote vil para los disidentes.

Y amén rojos cabrones, que aquello fué un espejismo y si tu abuelo estuvo en la carcel algo haría.