¡VIVA LA JUSTICIA...!( Humana y divina.)
Pinochet ha muerto como mueren, de unos siglos a esta parte, todos los de su clase, los que muerden la mano que les alimenta: en la cama, rodeado de sus parientes, rico, longevo, bendecido, rezado y llorado por los ciegos ignorantes y por todos aquellos hijos de su madre a quienes benefició en vida de alguna manera, porque a su manera -y en detrimento de sus víctimas- también fué un gran benefactor de los suyos.
Y vaya si esta católica gente de orden sabe lo que se hace cuando reparten su negra y corrupta generosidad; nadie se mantiene mintiendo, robando y matando -el ser humano tiene sus limitaciones- durante tanto tiempo sin ayuda alguna porque sencillamente es imposible. Los lobos viven, cazan y mueren en manada... jerarquicamente.
Por más que sus enemigos se hayan empeñado en ello, Pinochet se salió con la suya y ya es un distinguido cadaver camino de la leyenda sin haber pasado por el engorroso trámite de haber sido juzgado, entre otras lindezas humanitarias, por sus pecadillos genocidas.
Cá... tonterías estas que fueron absueltas, in person e ipso facto por Juan Pablo II... y a otra cosa.
El señor Pinochet, como buen cristiano, también tuvo la oportunidad, gracias a dios, de ejercer cristiana caridad con los anglicanos ingleses y cuando uno tiende una mano fraternal al necesitado, según el catecismo, dios siempre lo tiene en cuenta.
Y es que hay que reconocer la voluntad divina en los grandes acontecimientos históricos porque a veces son del todo milagrosos... cuando todos dabamos por sentado que la Dama de Hierro carecía de sentimientos, ella lo desmiente gracias a la fuerza de las circunstancias: Doña Margarita Thatcher está compungida de veras, la pobre, por la muerte de tan noble caballero y patriota tan celoso, que por miedo de que lo robaran se llevó parte del tesoro nacional al extranjero.
Malvina sea la suerte de los perdedores... el señor Pinochet se ha querido morir el mismisimo día en que la gente pacifica y los putos rojos, celebran una cosa que se llaman DERECHOS HUMANOS... una entelequia creada por masones y maricones franceses aplicable incluso a gente de la peor ralea.
No hay que desesperar, todavía hay tiempo de hacer justicia y matar dos pájaros de un tiro, por un lado la santa madre iglesia podría sacudirse el lodo de la visita anterior y tener un gesto de solidaridad hacia el sufrimiento de tanta gente y por el otro Pinochet sería enjuiciado... para ello nada más fácil que resucitar una práctica que conocen bien la gente del Vaticano por haberla usado allá por el año 897 con el papa Formoso: el juicio a su cadaver.
En aquella ocasión Formoso fué declarado culpable, su cadaver fué exhumado y se le cortaron tres dedos que fueron quemados y arrojados al Tiber.
Ahora bastaría con que el ex cardenal Ratzinger, su antiguo defensor ante Baltasar Garzón, le leyese sus cargos, uno por uno, al ilustre fiambre o a la urna de sus cenizas.
"La única solución que existe para el problema de los derechos humanos es el olvido". Augusto Pinochet. SETIEMBRE DE 1995
Y vaya si esta católica gente de orden sabe lo que se hace cuando reparten su negra y corrupta generosidad; nadie se mantiene mintiendo, robando y matando -el ser humano tiene sus limitaciones- durante tanto tiempo sin ayuda alguna porque sencillamente es imposible. Los lobos viven, cazan y mueren en manada... jerarquicamente.
Por más que sus enemigos se hayan empeñado en ello, Pinochet se salió con la suya y ya es un distinguido cadaver camino de la leyenda sin haber pasado por el engorroso trámite de haber sido juzgado, entre otras lindezas humanitarias, por sus pecadillos genocidas.
Cá... tonterías estas que fueron absueltas, in person e ipso facto por Juan Pablo II... y a otra cosa.
El señor Pinochet, como buen cristiano, también tuvo la oportunidad, gracias a dios, de ejercer cristiana caridad con los anglicanos ingleses y cuando uno tiende una mano fraternal al necesitado, según el catecismo, dios siempre lo tiene en cuenta.
Y es que hay que reconocer la voluntad divina en los grandes acontecimientos históricos porque a veces son del todo milagrosos... cuando todos dabamos por sentado que la Dama de Hierro carecía de sentimientos, ella lo desmiente gracias a la fuerza de las circunstancias: Doña Margarita Thatcher está compungida de veras, la pobre, por la muerte de tan noble caballero y patriota tan celoso, que por miedo de que lo robaran se llevó parte del tesoro nacional al extranjero.
Malvina sea la suerte de los perdedores... el señor Pinochet se ha querido morir el mismisimo día en que la gente pacifica y los putos rojos, celebran una cosa que se llaman DERECHOS HUMANOS... una entelequia creada por masones y maricones franceses aplicable incluso a gente de la peor ralea.
No hay que desesperar, todavía hay tiempo de hacer justicia y matar dos pájaros de un tiro, por un lado la santa madre iglesia podría sacudirse el lodo de la visita anterior y tener un gesto de solidaridad hacia el sufrimiento de tanta gente y por el otro Pinochet sería enjuiciado... para ello nada más fácil que resucitar una práctica que conocen bien la gente del Vaticano por haberla usado allá por el año 897 con el papa Formoso: el juicio a su cadaver.
En aquella ocasión Formoso fué declarado culpable, su cadaver fué exhumado y se le cortaron tres dedos que fueron quemados y arrojados al Tiber.
Ahora bastaría con que el ex cardenal Ratzinger, su antiguo defensor ante Baltasar Garzón, le leyese sus cargos, uno por uno, al ilustre fiambre o a la urna de sus cenizas.
Descansen en paz sus víctimas.
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