15 noviembre 2006

ADIOS A LA REVOLUCIÓN

¡OSTIAS TÚ...!

El otro día en el curro, los de gomaespuma dieron una noticia que me dejó sumido en un mar de dudas.

Todavía tengo pendiente el confirmar a que empresa se referían y las condiciones en que se produjo la oferta, pero la impresión que me quedó fué la siguiente:

Con motivo de una reducción de plantilla -ritual propiciatorio que ejecuta el propietario cuando el porcentaje de beneficios no crece según sus previsiones- la empresa propuso a sus trabajadores unos despidos en términos tan ventajosos para estos que las previsiones sobre el número de adherentes se vieron tan ampliamente desbordadas... que la empresa viendo peligrar la continuidad de su actividad tuvo que poner coto a la avalancha de demandantes.

Ante tal estado de cosas solo cabe pensar que la clase obrera ya no es lo que era... y al hilo de tal, enfrentados sin remedio al concepto de sindicato de clase, habremos de preguntarnos primero que a que clase de sindicato nos estamos refiriendo.

Enfín que como única esperanza ya solo nos queda la revolución personal... porque lo que es el personal parece que ya no está por la revolución.

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