Acabo de oirlo por la radio y aun no he podido confirmarlo todavía en la red: parece que existe un nuevo video de un supuesto Bin Laden con las canas teñidas, de unos 30 minutos de duración, donde, entre otras cosas, exhorta al pueblo norteamericano a su conversión al islam.
Viniendo, de donde supuestamente viene, no me extraña la "inocente" invitación, pero la cosa no se para ahí a decir del locutor... el supuesto Bin Laden recomienda la lectura de Noam Chomsky, con la estúpìda pretensión, supongo, de arrimarse a la inteligencia y hacer suya la crítica razonada del anarquista en contra del imperialismo norteamericano.
He tenido una revelación y es la siguiente: cuando un gilipollas -a mi parecer del todo ficticio y al servicio del sangriento gilipollas del Bush- carece de opinión propia, (Hola Sr. Rajoy) recurre al trabajo ajeno, olvidandose de que Noam Chomsky profesa la libre "fé" ANARQUISTA y no la ridicula fé ignorante de los "sometidos" al islam o similares.
Que no se preocupen mis queridos e islámicos ignorantes, tengo para todos... ya que comparten podium con sus estúpidos homólogos compis católicos; igualmente cerriles si cabe.
A ver... donde coño están alá, dios, o la virgen puta para legitimar a esta panda de gilipollas de todos los colores.
Un puto intermediario no es nada sin la certificación adecuada de su representado... y por supuesto, para cualquiera con dos dedos de frente, queda en la puta evidencia si carece de esta.
De aquí a poquito, me dá la impresión, habremos de defender a golpes, la miseria de libertad de que "disfrutamos" por culpa de los meapilas, con independencia del bando.
En previsión de tal cosa y como medida preventiva, yo por mi parte, me cago en los putos dioses y en sus putos representantes en la tierra; y en esa panda global de cabrones degenerados, a quienes lo único que excita es humillar y someter a los de su misma especie.
Por cuestiones de honradez anarquista, acepto el castigo que supuestamente se deriva de mi "blasfemia" anterior, aunque ya no esté tipificado en el código penal español como delito; siempre y cuando este me sea aplicado por el dios ofendido.
Eso presupone, por supuesto, que me cago en los putos intermediarios justicieros que tienen que hacer el trabajo que no puede hacer su dios a causa de su manifiesta inexistencia.
No se puede ser más imbécil ni más pervertido.
Y ahí tienes al mundo: autocensurandose por no ofender a la ignorancia.
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